Priorizarte no es egoísmo: Las preguntas que necesitas hacerte para empezar a cuidarte
Vivimos en una sociedad que aplaude el sacrificio y la entrega a los demás, especialmente en el caso de las mujeres. Si eres de las que siempre están disponibles para ayudar, cuidar y resolver, es probable que el simple hecho de pensar en priorizarte te genere culpa. Pero, ¿qué ocurre cuando, por atender las necesidades de los demás, te olvidas de las tuyas?
La realidad es que no puedes cuidar a los demás si no te cuidas primero a ti misma. Y aunque suene simple, muchas mujeres sienten que poner límites o dedicar tiempo para sí mismas es egoísmo. Pero aquí está la verdad: priorizarte no es un capricho, es una necesidad emocional y mental.
Una forma poderosa de comenzar este cambio es haciendo las preguntas adecuadas. Cuando te haces las preguntas correctas, desafías creencias limitantes y redefines lo que mereces. En este post, te guiaré a través de una serie de preguntas clave que te ayudarán a entender por qué es vital priorizarte y cómo puedes empezar hoy mismo.
¿Por qué es tan difícil priorizarte?
Si te sientes culpable cuando piensas en ponerte en primer lugar, no estás sola. La educación y la cultura nos han enseñado que una «buena mujer» es aquella que lo da todo por los demás. Y aunque cuidar a otros es valioso, el problema surge cuando esto ocurre a costa de tu propio bienestar.
- Autoexigencia extrema: Sientes que si no cumples con todo, estás fallando.
- Miedo al rechazo: Temes que, si dices que no, los demás te verán como una persona egoísta.
- Pérdida de identidad: Has pasado tanto tiempo centrándote en los demás que ya no sabes qué necesitas o deseas.
Pero aquí está el cambio de perspectiva: cuando te cuidas, tienes más energía emocional para compartir con quienes amas. Ahora, hágamos juntas las preguntas que pueden cambiar tu manera de pensar.
¿Qué necesito realmente en este momento?
Detente un segundo y respóndete con honestidad. ¿Qué es eso que tu cuerpo, tu mente o tu corazón te está pidiendo? Tal vez es descansar, pedir ayuda, o simplemente un espacio de silencio.
✨ Ejercicio práctico: Durante una semana, dedica 5 minutos al día a preguntarte: “¿Cómo me siento?” y “¿Qué necesito hoy para estar bien?”
¿En qué aspectos de mi vida estoy diciendo “Sí” cuando quiero decir “No”?
Decir «sí» a todo tiene un precio: tu paz mental. Pregúntate qué compromisos te están agotando y si realmente quieres seguir asumiéndolos.
✨ Tip clave: Antes de aceptar algo nuevo, hazte esta pregunta: “¿Esto me acerca o me aleja de mi bienestar?”
¿A quién estoy intentando complacer?
A menudo, el miedo a decepcionar a los demás nos lleva a ignorar nuestras propias necesidades. Reflexiona: ¿Estás viviendo según tus deseos o según las expectativas de otros?
✨ Reflexión guiada: Haz una lista de las cosas que haces por compromiso y otra de las que haces por placer. ¿Cuál de las dos listas es más larga?
¿Qué me está costando no priorizarme?
Cada vez que te relegas al último lugar, pagas un precio: estrés, agotamiento emocional, falta de tiempo para ti misma. Haz consciente ese costo.
✨ Visualiza el cambio: Imagina cómo se transformaría tu vida si te dieras permiso de ponerte en primer lugar al menos una vez al día.
¿Qué pequeña acción puedo tomar hoy para priorizarme?
No necesitas un cambio radical para empezar. Una pequeña acción diaria puede crear una gran diferencia con el tiempo.
✨ Ideas para empezar:
- Dedica 10 minutos al día a algo que disfrutes.
- Aprende a decir «no» sin sentirte culpable.
- Agenda tiempo para ti igual que lo harías para una cita importante.
Recuerda: no por sentirte al borde del precipicio eres menos válida, tan solo necesitas las herramientas emocionales para adquirir seguridad y confianza en ti misma, y por fin recuperar tu bienestar emocional. Si necesitas ayuda y quieres conseguirlo, puedo ayudarte con mi metodología Honest Emotions, echa un vistazo aquí. ¡Te espero!






